¿Qué sucede cuando el destino de dos almas es amarse por toda la eternidad?

Diego Sullivan ha intentado resignarse al fracaso de su matrimonio, durante tres años. Tenía un hijo, una nueva vida que le resultaba poco emocionante, pero cómoda.

Sin embargo, después de haber visto a Ana por última vez el día de su boda con otro hombre, ella regresa a remover todo el dolor que había enterrado en lo profundo de su ser y con la noticia de que él era el padre de su hijo.

Un reencuentro inesperado, pondrá a prueba el amor y el rencor que Diego sentía en la misma proporción por la mujer que marcó su vida para siempre.

Versión narrada por el protagonista masculino.

¿Qué sucede cuándo amar no es suficiente y los juegos del destino, junto con la falta de palabras, actúan en contra del infinito amor que dos personas se profesan?

Cuando Ana descubre a Diego, su esposo, con otra mujer en su oficina, todo su mundo se viene abajo. Dolida, se niega a ver la realidad de las cosas y a escuchar explicaciones de su parte, refugiándose en los brazos de Lucas, a quien conoce por casualidad en un viaje a Las Vegas y que resultó ser el socio comercial de su esposo.

Sin embargo, a pesar de que Diego guardaba un pasado tormentoso que le impedía decirle la verdad sobre sus sentimientos a Ana, él encuentra la forma de aclarar los malos entendidos al enseñarle las más de mil quinientas cartas que le había escrito durante los cinco años que llevaban casados.

Al descubrir la verdad de lo ocurrido con el hombre que no deja de amar, Ana desea enmendar las cosas y volver a su lado, pero el destino y Lucas, le juegan en contra.

Una enfermedad, un embarazo, una mentira y miles de kilómetros, la separan del amor de su vida. ¿Cómo terminará este enredo de amor?